Anuncio lujuria: hombre salsa

Ha creado una gran polémica en EE.UU. el anuncio lujuria del hombre salsa. Y no es que lo de lujurioso lo digo yo, sino que es como definió a esa publicidad de una salsa de la empresa Kraft la asociación “Un millón de madres” que es la que inició la protesta. La asociación dice que ese anuncio del hombre medio en pelotas tumbado sobre la manta sólo incita a la lujuria y que el tarro de salsa que se supone que promociona apenas se ve al lado de uno de sus brazos, como si fuera una crema solar más bien.

Además de esta foto, hay un breve video donde el hombre está preparando un plato en una cocina. De repente se quita el mandil que le cubre y deja todo el torso al desnudo. Como suele suceder en tales casos, en las redes sociales y otros medios de comunicación, unos se ponen del lado de los que critican el anuncio y otros opinan que no es para tanto, ya que es muy habitual que en la publicidad aparezcan mujeres enseñando cacha y también hombres.

Otra imagen donde aparece el tío cachas de la salsa

Esta es la escena de video donde el cachas chef, después de arrancarse el mandil que llevaba puesto, aparece mostrando su pechote de machote

Esta es la marca de la salsa que ha provocado la polémica

De lo que no cabe duda es que esa publicidad ha tenido resonancia y un alcance público muy superior al que se esperaría por la mera exposición de los anuncios en carteles callejeros o spot de televisión. Si el hombre que anuncia la salsa hubiera ido vestido, probablemente hubiera pasado sin pena ni gloria. Así, aunque sea con motivo de crítica, ha obtenido una tremenda difusión en prensa y webs de todo el mundo.

Todos que oyen hablar del hombre salsa quieren ver lo cachas que está y la famosa postura de tendido sobre la manta tapándose sus partes con un poco de tela. En realidad, dado que la receta va encaminada hacia preparación de platos italianos, la publicidad trata de mostrar a un latin lover asociado con el producto.

Más o menos me pasó lo mismo a mí anunciando Chupi-Crem, la crema especial para damas, del productor a las consumidoras y bien fresca. Fue mal interpretada, como si en vez de Chupi-Crem, estuviera ofreciendo otra cosa a las señoras.